Sinopse
El mundo en el que vivimos tiene un valor y significado para el ser humano, no solo para su ser psicosomático, sino también para su ser espiritual. La ciencia tiene un valor y un significado muy positivos para la vida, porque corresponde no solo a la tendencia espontánea, al deseo natural de conocer, como dice Aristóteles (Metafísica, I, 980a), el mundo, sino que también emprende el esfuerzo y la dedicación, para entenderlo y comprenderlo, mientras vive en él, y, por su capacidad de sentir y razonar, están habilitados: la capacidad y la habilidad de plantear la reivindicación de su existencia, en este mundo, en el que cada persona está simplemente llamada a responder
a la exigente responsabilidad de asumir, sin la posibilidad de renunciar a la convocatoria, preservación y vida de todas las criaturas y del mundo como tal.